domingo, 22 de febrero de 2009

El siguiente paso en la evolución: comics digitales

La noticia saltaba hace apenas unas semanas, cuando en la NYCC '09 (la New York Comic-Con es uno de esos eventos editoriales que ningún amante del cómic americano debería perderse, y se celebra una vez al año por estas fechas) Marvel Comics anunciaba que una nueva serie regular sobre su personaje Spider-Woman estaba en marcha... Pero no en el tradicional formato de papel, como hasta ahora venimos estando acostumbrados.

Spider-Woman, la serie, será guionizada por el multipremiado autor Brian Michael Bendis (Torso, Alias, Ultimate Spider-man) y dibujada por Alex Maleev (Alias, Marvel Knights: Daredevil) y llegará al público en formato digital; esto es, un cómic presentado a modo de película de animación con voces de actores de doblaje encarnando los papeles principales e incluso -se especula- una voz en off que hará las veces de narrador, poniendo al lector en situación.

La forma de "leer" estos comics digitales es simple: mediante un proceso de descarga y almacenamiento (como cualquier producto descargado de internet) podremos reproducirlo en las pantallas de nuestros ordenadores, portátiles e incluso dispositivos aptos como los iPod o iTunes. ¿Os imagináis un serial mensual que narre las aventuras de una superheroina ambigua y que mezcle grandes dosis de acción y misterio? Pues vuestros deseos son órdenes, pues a lo largo del año los primeros números de Spider-Woman verán la luz, primero en formato digital, y luego de la manera tradicional (tinta y papel y distribución a kioskos y librerías especializadas).

Los autores involucrados se muestran entusiasmados ante las nuevas posibilidades que este formato puede ofrecer:

"Es un territorio nuevo e inexplorado para nosotros", dice Alex Maleev. "Estamos haciendo el mejor trabajo posible para contentar incluso a los lectores más tradicionales".

"Con los nuevos medios y tecnologías se dan estas nuevas formas de contar historias", asegura Bendis. "Lo que esperamos es expandir el modo de leer comics y llegar a un público que hasta ahora nunca se haya interesado en ellos".

"Estamos experimentando" añade Dan Buckley, editor de Marvel encargado de la división de este tipo de productos de la compañía. Asimismo se mostró orgulloso de que Marvel haya dado el primer paso en apoyo de este nuevo formato.

Habrá que ver la respuesta del público ante esta interesante iniciativa, pero dado que en la Editorial Novel Mundo 2008 nuestra forma de trabajar se asemeja bastante a este proyecto, les deseamos lo mejor. Nos parece un valiente intento por romper las barreras ya establecidas en un mercado del ocio tan tradicional como el de leer comics, e incluso una curiosa forma de aunar dos estilos ya de por sí hermanados como la ilustración clásica y la animación por storyboard.

El tiempo dirá si propuestas como ésta tienen su lugar en un mercado tan competitivo como el mundo editorial, pero convendría recordar que el mundo y sus avances no dejan de mirar hacia delante...

Es un Nuevo Mundo, y desde esta pequeña editorial queremos que entréis de nuestra mano en él.

viernes, 6 de febrero de 2009

Creative Common

Las nuevas tecnologías han traído nuevas formas de transmitir las obras y los trabajos de cientos y miles de autores que anteriormente hubieran sido condenados al olvido de los cajones. Estas nuevas formas de difusión superan con creces las formas de protección de derechos de autor que anteriormente había, como el Copyrigth, con unos límites claros, fijos y demasiado definidos, incluso designados por terceros. Por ese motivo y para defender al autor y su obra, y aun así permitir la difusión de la misma se han creado otras figuras legales, más flexibles y maleables, pero igualmente seguras, como son las Creative Common. Las ventajas que tienen estas licencias son múltiples: Entre ellas, y una de las más importantes, es que permite al autor decidir de primera mano que derechos de uso permite al usuario/lector o al Editor. Es decir, puede permitir implícitamente la difusión de su obra, si no es con fines comerciales. Se tiene control y derecho sobre la obra, que en cualquier momento puede ser usada por el autor en su propio beneficio. Otra de las ventajas es su inmediato reconocimiento de protección, al incluir los símbolos que la fundación CC, que ofrece, frente al coste, tanto de dinero como de tiempo, que supone la inscripción de la obra en el registro de la propiedad intelectual. También tiene una desventaja que actualmente no hay ninguna organización que vele por el cumplimiento de las condiciones de protección establecidas por la CC, por lo que ha de ser el autor quien debe velar ese cumplimiento. Esta contra no supone una desprotección de la obra, ya que como se ha comentado anteriormente ese control es practicamente imposible de ejercer por las sociedades encargadas del control y protección de los derechos de autor tradicionales (SGAE, SCD, etc etc), a no ser que exista un plagio descubierto y reconocido como ilegal. Tanto en uno como en otro modelo, existe protección legal y se puede acudir a cualquier tribunal con las dos licencias. Con una diferencia: Las CC son individuales, sólo el autor tiene el control total sobre la obra, sin que nadie más se beneficie.

La difusión de la existencia de las CC, y la promoción del uso de esta forma de protección de los derechos de autor debería estar apoyada por los organismos públicos nacionales y, sobre todo, que fuese apoyado por más empresas del sector y por los propios autores; ya que aun existe un recelo muy importante a usar este tipo de protección legal, por varios motivos ajenos a la propia efectividad de la protección bajo CC.