viernes, 22 de enero de 2010

Prólogo: Asediado por el Horror

Completamente rodeado, apunté a una de aquellas bestias inhumanas con el cañón de la pistola y sentí, en ese mismo momento, un mordisco en la pierna, posteriormente otro en el brazo. Bramé de dolor al notar que me arrancaban trozos de carne y vi brotar de las heridas oscuros coágulos de sangre que saltaban en varias direcciones, lo que hizo enloquecer a las otras bestias; incluso yo sentí una avidez irrefrenable. Apreté el gatillo y la cabeza de una de ellas reventó, tal cual sandía atravesada por un trozo de acero. Ya no se movió más.
Pero los otros monstruos sí.
¡Y querían seguir mordiéndome!
Intenté zafarme, apartarme de esas podridas alimañas, pero todo resultaba inútil. Eran demasiados.
Una de aquellas zafias criaturas me agarró del brazo y tiró de él para acercarlo a su boca, donde purulentos dientes, asquerosos, sucios e infectados de un fétido aliento, buscaban clavarse en mi piel. Disparé de nuevo y le destrocé la cara. Cayó al suelo acompañado de una expresión de espanto dibujada en su rostro y aún así siguió retorciéndose, tratando de alcanzarme con sus demacradas manos.
No tenía escapatoria. Ya no.
Estaba completamente rodeado por esos seres inacabados, sin opciones para salvarme y, lo que era peor, con pocas balas.
Mientras, las heridas infligidas por los dientes de las horrendas criaturas, que apestaban a muerte sepultada, una muerte que se había removido en sus tumbas, no dejaban de escupir trozos oscuros.
Metí la punta del cañón en la boca y miré unos momentos los rostros infectos de los engendros que se acercaban a mí con sus miradas perdidas y un apetente deseo de carne humana.
¡Habían salido de las mismísimas entrañas del infierno!
Escaparon de sus tumbas y ahora...
¡Querían alimentarse de mí!
¡De mí!
Cerré los ojos, dispuesto a apretar el gatillo para volarme la tapa de los sesos y acabar con esta pesadilla. Un final terrible para una vida anónima y miserable.
Nadie iba a echarme de menos.
La imagen del cuerpo ensangrentado de mi padre me convenció de que la opción de zanjar el asunto era, sin duda, la más indicada.
Valor, solo hacía falta un poco de valor.
Me percaté que el hedor nauseabundo, putrefacto, horripilante, que los cuerpos de aquellas diabólicas criaturas despedían, también emanaba de mi propio interior, porque yo era como ellos.
Y no lo comprendía.
Sentí un profundo dolor cuando me agarraron por los brazos y las piernas.
Uno de ellos me mordió el estómago.
Tiraban de mí. Iban a destrozarme.
Si no me daba prisa, en cuestión de segundos, mi cuerpo iba a quedar despedazado, con los miembros desmembrados y repartidos por toda la estancia, convertidos en suculentos manjares.
Comencé a doblar el gatillo, cuando, sin saber por qué, abrí los ojos y divisé entre aquella maraña de demonios hambrientos, una silueta blanca que se acercaba. La ira cubrió mis ojos.
Aparté la cabeza en el mismo instante en que sonaba la detonación y la bala destinada a sesgar mi vida perforó la pared.
Sentí más mordiscos. Y dolor.
Mucho dolor.
La figura blanca se acercaba, pasando entre los monstruos, que solo mostraban interés por mí.
¡No! ¡No quería morir de aquella manera!
¡Otro mordisco!
¡Otro pedazo de carne en la boca de las criaturas!
Mis ojos siguieron la silueta blanca que se acercaba tal cual fantasma errante.
Un poco más, solo un poco más…Acércate más… ¡Ven a mí!
Grité de dolor
Se abalanzaron sobre mí y me mordieron, desgarrando mi piel, llevándose a sus bocas grandes trozos de mi ser.
La figura blanca llegó a mí. Por fin.
Sonreí.
Apunté y disparé…
Ahora tú te preguntarás como un chico como yo, un puñetero pizzero, ha llegado a enredarse en esta situación.
Pues bien, voy a permitirme el lujo de malgastar mis últimos momentos, mi postrero aliento de vida, para narrarte los desconcertantes sucesos que me han conducido hasta aquí.
Con toda probabilidad pensarás que es el delirante relato de una persona que ha perdido la razón; mis palabras quizá te parezcan exageradas pero he de advertirte que, desgraciadamente, no he perdido el juicio.
Es la vida lo que ya no tengo.

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sábado, 16 de enero de 2010

NUEVA GENERACION DE RELATOS

El despegue de la Editorial Novel Mundo 2008, S.L., se está produciendo desde hace unos pocos meses. Trabajos que van surgiendo, relatos nuevos como os prometimos. Todo para los nuevos lectores electrónicos y MP5 donde podrás contar con un E-books originales y bellamente ilustrados de nuestra editorial:

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